El Bautismo no está de cuarentena en Venezuela

En la actualidad los templos católicos venezolanos han cerrado sus puertas por protocolo de prevención del Covid-19. Esto ha traído como consecuencia que la asistencia de fieles haya sido reducida y que la acción pastoral sacramental haya bajado considerablemente en los últimos meses. Pero aún muchos sacerdotes están bautizando a los que lo ameritan y también a los que están en peligro de muerte. Frente a esta realidad ¿cómo dejar de bautizar, cuando por cada cinco minutos nace un niño en la tierra? La prioridad es ser cristiano a tiempo y destiempo, porque con el bautismo se participa de la nueva familia en Dios evidenciada en la casa, pues ella es Iglesia doméstica, porque vive hoy la fe desde su interior. En efecto, donde abundó la pandemia, sobreabunda la gracia del bautismo, porque éste no está de cuarentena es puerta abierta para ser salvados.

La teología del Bautismo en san Juan Eudes

San Juan Eudes como teólogo bautismal ha dejado un legado dentro de la dimensión sacramental de la Iglesia Católica, puesto que el sacramento del bautismo posee cinco dones que hacen del hombre: hijo de Dios, hermano de Jesús, templos del Espíritu Santo, miembros de la Iglesia y herederos de la gloria.

Asimismo, expresa el p. Eudes que «si por el bautismo hemos sido injertados en este árbol divino y nos hemos incorporado a esta adorable cabeza, debemos también vivir de su vida y seguir sus huellas: Quien dice que está siempre con Él debe andar de continuo como Él anduvo». (1Jn 2, 6). 

En fin, todo bautizado es discípulo y misionero y está llamado a la santidad universal, pues por el bautismo el cristiano se ofrece, entrega y consagra a Dios y se compromete a: renunciar a lo malo del mundo, al pecado, a uno mismo y a lo que espera de Dios, con el fin de adherirse o enamorarse de Cristo y su Reino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

P. Jormin Fermín, cjm