Del querer al hecho: el testimonio de Juana Jugan
La compasión es y debe ser el punto inicial de todo cristiano al momento de sentir la miseria de aquellos que sufren en su corazón. San Juan Eudes hoy en día es ejemplo de misericordia para muchos, ya que él rompiendo esquemas desata las barreras de su época, al salir al encuentro de aquellos que sufrían las pestes suscitadas en aquel entonces. Sin duda, un excepcional hombre entregado de corazón por aquellos que necesitaban ayuda tanto física como espiritual.
San Juan Eudes es fuente de inspiración para muchos, incluso contamos con grandes personalidades que siguiendo la espiritualidad de la escuela Eudista han sido proclamados santos por la santa sede, debido a sus obras realizadas por y para la construcción del reino, entre ellos se encuentra; JUANA JUGAN de nacionalidad Francesa, nacida un 25 de octubre de 1792, la sexta de ocho hermanos quienes bajo la crianza de su madre fueron instruidos desde muy pequeños en la fe. Vivió una trágica historia en su niñez, la pérdida de su padre que era pescador y teniendo ella cuatro años de edad desapareció en el mar, por ende, su madre fue quien se encargó del cuidado y formación de ella.
Un hecho de bondad y caridad darían fe de su gran amor a Dios por medio del prójimo, cuando a la edad de 23 años sintió en su corazón la miseria de una anciana desprotegida, sin hogar, sin nada que comer y sin la posibilidad de ayudarse a sí misma, ella sintió las ganas de querer ayudarla y pasó del querer al hecho.
En 1816 un joven marinero de su localidad le pide nuevamente matrimonio, ya que lo había intentado unas tres veces, pero ella lo rechaza otra vez diciendo: «Dios me quiere para Él, me guarda para una obra desconocida, para una obra que aún no ha sido fundada».
Hoy día necesitamos sentir en nuestro corazón el deseo de sobrepasar los obstáculos que nos impiden continuar en esta hermosa tarea, Juana encontró en la Tercera Orden del Corazón de la Madre Admirable fundada por San Juan Eudes para laicos, una escuela de santidad, porque sería allí donde aprendería que “Es misericordioso aquel que lleva en su corazón la miseria de aquellos que sufren” paso fundamental de la vida de San Juan Eudes durante su proceso como enviado misionero del Señor.
Podríamos decir que esta mujer se enriquecería totalmente de la espiritualidad de los Sagrados Corazones de Jesús y María, adoptando de ella la entrega hacia los demás que se encuentran en marginación. En 1843 Juana albergaría más de 40 ancianos en un refugio para atenderlos y prestarle su cuidado, para ello destinaba todo su salario para poder costear todos los gastos que la obra conllevaba.
Fue electa superiora de la pequeña asociación el 29 de mayo de 1842, de la cual ella y cuatro compañeras más adoptarían el nombre de “siervas de los pobres” cuya fundación iría creciendo con el pasar del tiempo. En 1843 seria reelecta como superiora pero bajo la autoridad del Padre Le Pailleur, anula la elección debido a su falta de conocimiento y nombran a otra hermana como cabeza de la obra.
Poco a poco Juana fue quedando en el olvido debido a que luego de su destitución tuvo la obediencia de ayudar en la cocina y allí permaneció hasta el final de sus días. Nuevas hermanas entraban a la obra sin saber que ella sería la fundadora de las que en poco tiempo cambian su nombre a las “Hermanitas de los Pobres”.
Con humildad y silencio permaneció en la obra transmitiendo el carisma y el espíritu de la misión y entrega a las novicias que ingresaban, lamentablemente muere el 29 de agosto de 1879 a la edad de 87 años, dejando esta fundación como fruto de su trabajo por la continuación de seguir acrecentando el reino de Dios.
No es hasta 1902 que empieza a salir a la luz la verdad respecto a los comienzos de la obra, sin duda alguna es importante conocer la vida de esta gran santa que sería beatificada por el Papa Juan Pablo II en el año 1982 y más adelante sería canonizada por el Papa Benedicto XVI en el año 2009.
Es increíble resaltar cómo la espiritualidad heredada por San Juan Eudes ha influido para nosotros, y ha exaltado a grandes personalidades que influyen por completo en nuestro camino de Formar a Jesús en nuestro Corazón. Que a ejemplo de Juana Jugan vivamos la misericordia del querer al hecho.
Yohandy Méndez
Misionero Eudista